La ósmosis inversa consiste en utilizar la presión para empujar el agua cruda a través de una membrana semipermeable que sólo permite el paso de las moléculas de H2O. Este método puede crear agua ultrapura sin contaminantes.
La ósmosis inversa puede utilizarse para la desalinización y la eliminación de contaminantes, y su uso ha aumentado a medida que los recursos hídricos son más escasos.